Bañar nuestros ojos en té verde reduce la oxidación de los ojos y podría resultar preventivo contra las enfermedades oculares. Pero no, no hablamos de echarnos unas gotas, sino de beberlo y hacerlo llegar al tejido ocular para beneficiarnos de su poder antioxidante. Según una investigación china, el té verde sería útil para luchar contra el glaucoma y otras patologías de la vista.

El estudio ha sido publicado en la revista de la American Chemical Society of Agricultural and Food Chemistry, y en él se habla de las catequinas, unas sustancias que se encuentran en el té verde – responsables del fuerte efecto antioxidante – y que tras ingerirlas pasan por el estómago y el tracto gastrointestinal, alcanzando luego los tejidos del ojo. Precisamente, descubrir su presencia en el ojo es lo que ha planteado la posibilidad de que beber té verde pueda ayudar contra las enfermedades oculares.

Durante la investigación, Pui Chi Pang, de la Universidad China de Hong Kong, y sus colegas dieron té verde a unas ratas de laboratorio, y tras analizaras observaron que la retina había absorbido niveles altos de catequinas, mientras que el humor acuoso también absorbía otras sustancias del té, conocidas como epigalocatequinas.

Sí, el estudio probó que las catequinas afectan positivamente a los ojos: los tejidos oculares de los roedores que bebieron té verde experimentaron una reducción del estrés oxidativo durante 20 horas, según el estudio.

“Nuestros resultados indican que el consumo de té verde podría beneficiar a los ojos contra el estrés oxidativo”, concluyen estos científicos.